En relación con el resultado de las actuaciones, en términos generales, se han ajustado correctamente los parámetros principales de seguimiento (densidad arbórea, área basal, recubrimiento sotobosque, etc.) en el diseño de las intervenciones, de forma que la silvicultura aplicada ha supuesto la mejora de la estructura de las masas.
El cambio más sustancial se detecta en la vulnerabilidad estructural al fuego de copas. En general, antes de actuar las estructuras se clasificaban como de alta o media vulnerabilidad. Después de las actuaciones ya se observan estructuras de baja vulnerabilidad, aunque todavía los restos vegetales dispuestos en el suelo confieren cierta vulnerabilidad a la estructura. A los dos años de las actuaciones, las estructuras de baja vulnerabilidad son aún más abundantes por la compactación y la descomposición de los restos, principalmente. Por el contrario, las zonas control continúan con estructuras de alta o media vulnerabilidad.
Hay que tener en cuenta que los efectos de las actuaciones sobre el arbolado se producen progresivamente, de manera que un seguimiento a largo plazo será capaz de detectar si hay cambios más marcados en el crecimiento, la vitalidad y la regeneración. En todo caso, en el plazo de dos años ya observan incrementos en diámetro y área basal significativamente mayores en los rodales de actuación comparados con las zonas control, especialmente para el caso los bosques regularizados adultos.
Las actuaciones silvícolas han tenido como resultado la mejora de las condiciones para el crecimiento del bosque hacia estadios de mayor madurez estructural (masas jóvenes y masas irregulares), el fomento de la regeneración natural (masas maduras) y la reducción del peligro de incendio y el incremento de la resistencia y resiliencia frente al cambio climático. En último término, se espera conseguir una mejora de la de la heterogeneidad estructural y de la composición de la vegetación, de la complejidad ecológica y de la biodiversidad del bosque.
En relación a los indicadores de biodiversidad, los resultados obtenidos han sido los siguientes:
- Flora: Se han identificado plantas amenazadas y de interés biogeográfico en rodales de todas las acciones del proyecto. Su abundancia responde a condiciones de iluminación abundante (muchas son especies propias de claros de bosque y prados) y a la presencia de afloramientos rocosos, más que en la madurez del arbolado. Sólo en los rodales fragmentados por incendios hay una abundancia menor de plantas amenazadas.
Fig.1. Porcentaje medio de plantas amenazadas y de interés especial según la estructura de las masas forestales.
- Aves: Las aves trepadoras son buenas indicadoras de la madurez del bosque. Se han observado diferencias muy significativas en su abundancia entre los rodales singulares y otras estructuras de bosque, menos maduras.
Fig.2. Riqueza media de especies de aves y abundancia media de especies de trepadoras en rodales singulares y en rodales con otras estructuras.
- Quirópteros: Se han detectado hasta diez especies de murciélagos en los bosques de pino laricio, de los que cuatro son arborícolas. La actividad de las especies generalistas no difería entre estructuras, mientras los murciélagos arborícolas eran más activos en los bosques singulares. Puede deducirse que los murciélagos generalistas, que cazan tanto en zonas forestales como en campo abierto, no discriminan entre estructuras más o menos maduras. Estas especies pueden refugiarse en cavidades en árbol, pero frecuentan más las cuevas, fisuras de roca y edificios. Por el contrario, los especialistas forestales utilizan principalmente las cavidades en árbol como refugio. Como dato destacado, se comprobó la primera cita de cría en Cataluña del murciélago de Bechstein (Myotis bechsteinii), que suele refugiarse en nidos viejos de pícidos.
Fig.3. Actividad de quirópteros en diferentes estructuras de pinar según especie.
- Coleópteros saproxílicos e invertebrados del suelo: Se han encontrado señales de insectos saproxílicos (perforaciones y galerías) en un 26% de la madera en descomposición, un 84% de la cual se encuentra en rodales maduros. La comunidad de invertebrados del suelo es muy diversa, con 17 órdenes identificados, con mayor presentación de dípteros (36,54%), himenópteros (27,12%) y coleópteros (11,58%). Entre estos últimos, se han determinado más de 60 especies (repartidas en 25 familias), algunas de ellas con escasa información a escala ibérica.
- Mariposas nocturnas: En el conjunto de bosques de pino se ha determinado un total de 2.741 ejemplares de 257 especies de mariposas nocturnas o heteróceros. Dos de estas especies se han citado por primera vez en Cataluña. Se ha detectado un porcentaje mayor (en abundancia y número de especies) en los rodales con mayor heterogeneidad en la vegetación. La abundancia y, sobre todo, la riqueza de especies es claramente superior en los bosques extensos que en los pequeños bosques-isla supervivientes de los grandes incendios forestales.
En total, se ha intervenido en 126,65 has., con la siguiente distribución: ES5130028 Ribera Salada (23,09 has.), ES5130027 Obagues riera de Madrona (10,3 has.), ES5140011 Sistema Prelitoral Meridional (36,88 has.), ES0000018 Prepirineu Central Català (17,1 has.), ES5130010 Serra de Boumort-Collegats (22 has.) y ES5140009Tivissa-Vandellós-Llaberia (17,28 has.).
Fig.4. Actuaciones silvícolas en el ámbito del proyecto LIFE+ PINASSA.
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